Compañeros, desde el Movimiento Evita de la comuna TRES nos
convocamos a este plenario con el fin de discutir la política territorial que
llevaremos adelante en el barrio. Es preciso darnos este debate, ya que resulta
necesario orientar y dar sentido a la acción política en los marcos actuales
con el fin de potenciar la organización y participación popular, bases
imprescindibles para la continuidad y profundización del proyecto Nacional y
Popular que encabeza nuestra compañera y presidenta Cristina.
Con
el objetivo de sumar aportes al debate, es que generamos el presente documento
que solo se propone como elemento disparador a partir de planteos generales.
Breve
análisis del Contexto Nacional
Los
once años del gobierno Nacional y Popular
pueden dividirse en dos etapas. La primera etapa situada durante el
gobierno de Nestor, que significo la salida del
infierno neoliberal. Los ejes que caracterizaron a esta primera etapa
fueron la reconstrucción del aparato productivo creando puestos de trabajo,
reorganizando la actividad sindical e implantando las negociaciones colectivas,
la recuperación del Estado como agente de políticas redistributivas logrando
una significativa disminución de la pobreza y una sensible reducción de las
desigualdades, defensa de los derechos humanos, desendeudamiento internacional,
conformación de alianzas regionales estratégicas y por sobre todo se
reconstruyo en el imaginario colectivo a la política como herramienta de
cambio, lugar hasta entonces ocupado por la economía.
En
esta primera etapa los antagonismos sectoriales o de clase quedan rezagados al
reacomodamiento de cada sector en el modelo de acumulación.
Es
en la segunda etapa y en un marco de significativas mejoras generales, en donde
más se evidencian las disputas sectoriales por la distribución de las
ganancias. El conflicto con el campo en el 2008, es quizás el hecho más visible
que evidencia los limites estructurales en
la aplicación de políticas distributivas y en este sentido el poder de
los monopolios. Fue a través de la corporación mediática que los grupos económicos lograron articular un discurso que se legitimo en amplios
sectores de la sociedad generando rechazos a la política del gobierno. En este
escenario de la lucha política es que se avanza en la estatización de las AFJP
y Aerolíneas Argentinas, se anuncio la institución de la AUH y se promulgo la
ley de medios, medidas que apuntaron a la redistribución de los ingresos y a
modificar las relaciones de fuerza imperante. Pero la constante acción
desestabilizadora de los medios de comunicación y de los grupos
concentrados, sumados a errores del gobierno nacional en cuanto a la
comunicación y los canales de dialogo con distintos sectores, produjo que la
alianza de clases que sostuvo el proyecto en los primeros años, se resquebrajara.
Uno de los grandes errores del gobierno, creo, fue el de no tener una política
acertada con los sindicatos, no puede haber un proyecto nacional sin el
movimiento obrero organizado, no solamente por el aporte cualitativo de los
mismos, sino porque también las políticas orientadas a la clase trabajadora se
dan a través de sus organizaciones. Que hoy tengamos cinco centrales sindicales
es parte de nuestro error como movimiento nacional y popular.Porque hacemos y construimos nos equivocamos.
En
este marco de quiebre del sujeto social que sostuvo la primera etapa, la
derecha consigue construir un discurso político que logra cierta legitimidad en
amplias capas sociales. Temas como la inseguridad, la corrupción y la inflación,
son las máximas por las que se articula este discurso, logrando que se inserte
en una amplia y diversa capa social. En este sentido es a través del discurso
de derecha que se presiona la agenda y se
intenta dar organicidad a los intereses monopólicos, un ejemplo de esto
fue el “Foro de convergencia empresaria” donde se redacto un documento que
expresaba la visión que tienen, como grupo de poder, del Estado y de las políticas
publicas, una visión no muy distinta a las políticas de los 90 que tanto daño
causaron a nuestro pueblo.
Si bien este discurso esta organizado y tiene
cierta aceptación por un buen margen de la sociedad, aun no se transformo en hegemonía
política. Aunque venimos de una derrota electoral, el kirchnerismo es el único
movimiento político afianzado a nivel nacional, tenemos la mayoría de las
provincias y somos mayoría en ambas cámaras. Nuestra tarea militante es la de
quebrar este discurso para impedir que se transforme en hegemonía política. Y
es aquí donde radica la importancia de la militancia territorial, nosotros
somos los que transmitimos las políticas nacionales en el barrio, pero también
somos los que tenemos que aportar todas nuestras herramientas para que el
pueblo se organice, porque es solo a través de la organización, la participación
y la acción colectiva que tendremos éxito en nuestra tarea.
La
redistribución del ingreso, la ampliación de derechos, la reconstrucción de la
función reguladora del Estado y el desarrollo con inclusión social, no se puede
realizar sin afectar intereses consolidados. Es en este sentido que resulta
imprescindible orientar las relaciones de fuerzas en dirección a la
acumulación de poder para sostener y
profundizar el proyecto nacional y popular.
Los límites distributivos no se
resuelven en el marco de la democracia liberal, se resuelven en el marco de una
democracia de masas, con la organización y participación activa del
pueblo.
El
supuesto indispensable de la democracia de masas no es solo el derecho general
del voto, no se agota en la participación
individual, sino que es un desarrollo colectivo, la democracia de masas supone
la construcción del poder político a través de la participación y organización
del pueblo. En cierto sentido la idea de democracia de masas es inseparable de
la idea de Poder Popular y de Justicia Social.
La
puja distributiva es claramente la disputa por las ganancias que se generan
socialmente, es esencialmente la disputa por la plusvalía. Solo con el poder
popular podemos vencer a los poderes fácticos, en tal sentido se debe
reconstruir un sujeto social amplio, trabajadores, campesinos, sectores de
clase media, pequeño y medianos comerciantes y sectores subalternos del
empresariado nacional.
Vamos Por lo que Falta
Dadas
las formas actuales de producción y de acumulación, el capitalismo no logra
integrar a la totalidad de los trabajadores, la idea de desarrollo por derrame
inducido choca con la idea de pleno empleo. Son muchos los que faltan integrar
y en este sentido toma un valor fundamental la labor que desarrolla la CTEP.
Para continuar con este proyecto nacional y popular, debemos profundizarlo y en
tal sentido debemos empezar a definir que es ir por lo que falta, que es ir por
mas. Nuestra política territorial tiene que estar al lado de los más humildes,
de los invisibilizados, porque es parte de nuestra identidad política y porque
es la única forma de avanzar en la construcción del poder popular. Tenemos que
centrar nuestro esfuerzo en darle forma a los reclamos postergados.
En tal
sentido confiamos que la acción cultural tiene que estar incluida en la política
territorial, la lucha cultural es parte de la lucha política, no son mundos
distintos, la aceptación o rechazo de determinados valores o formas de ver y
entender el mundo, se dan en un marco cultural, la hegemonía política necesita
de una hegemonía cultural, los sectores dominantes necesitan de una cultura
dominante.
Nuestra
estrategia tiene que ser la de articular actividades políticas y culturales con
distintos sectores sociales, organizaciones o referentes del barrio, tenemos
que lograr, sin perder el eje de nuestra política, un amplio frente con
sectores que se consideren parte del pueblo y de hecho que lo son.
MOVIMIENTO EVITA COMUNA TRES
CENTRO POLÍTICO CULTURAL "JOAQUIN ARETA"